Mi querida Nina, ayer fue tu aniversario.

Hace dos años que entraste en mi vida como un huracán arrasando con todo. La capa de polvo que cubría mi existencia salió de mí envuelta en tu viento reparador. Has sacado todo lo que había dentro de mí y sólo el polvo que lo cubría impedía que ni yo misma me diera cuenta de las ganas que tenía de vivir.

Hoy hará dos años y me hace feliz sentir de que forma me has ayudado, me has abierto los ojos y animado a dar pasos que jamás pensé en poder dar.

Dos años, y solo siento mi cuerpo estremecer al recordar cada cosa vividas juntas, tanto bueno, tantos lazos rotos con el pasado, tanto impulso para saltar, probar y arriesgarme. Todo, absolutamente todo, está impregnado por ti, Nina.

Nina, empezaste siendo mi alter ego, a día de hoy ya no se diferenciar donde termina Nina y donde empiezo yo. Me has abierto la mente y el corazón al mundo y por eso, un año más tarde, ya van dos, vuelvo a decirte,

gracias Nina y ¡¡¡feliz cumpleaños!!!!