Poco a poco vamos animándonos a salir de casa y retomando el ritmo de nuestras vidas.

Ayer salí a dar una vuelta por Madrid y ya se ve como la ciudad va cogiendo el pulso de la ilusión y las ganas de vivir.

Siempre he sido positiva, y ahora me apetece volver a saborear de los pequeños placeres de los que disfrutábamos.

Algo tan simple como tomarse una cerveza bien fría en la terraza de un Bar.

Besitos